El
papa Francisco viajará a Ginebra, Suiza, el próximo 21 de junio con el fin de visitar al
Consejo Mundial de las Iglesias,
(CMI), como parte de una iniciativa de paz para celebrar el 70
aniversario de su fundación: siete décadas de trabajo
conjunto buscando la unidad cristiana entre los pueblos, en una
organización que engloba a 349 Iglesias presentes en más
de 110 países.
Aunque aún no se han desvelado todos los detalles
del programa de la visita, fuentes oficiales han confirmado
que el Santo Padre visitará la sede de este Consejo donde
tendrá lugar un acto de oración fraterna.
En este contexto
nuestra colega, Philippa Hitchen entrevista al actual
secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias, el
pastor Olav Fykse Tveit, quien explica la relevancia de este inminente evento.
“Se
trata de una visita muy especial que reafirma estos 70 años
trabajando y orando juntos por la unidad de las Iglesias,
logrando avanzar en los caminos de unidad cristiana al
servicio de la justicia y la paz en el mundo”,
explica Fykse Tveit.
Teniendo en cuenta que la Iglesia
católica no es miembro del Consejo Mundial de las Iglesias, pero
trabaja de manera cercana a él, a través de diferentes
organizaciones… ¿qué significado tiene este evento en cuanto
al desarrollo de las relaciones entre ambas partes?
Este
encuentro es una afirmación del gran fortalecimiento de
nuestras relaciones. No sólo trabajamos juntos, también
rezamos y caminamos juntos. Y este es el motor de
toda esta visita.
“ Se trata de una visita muy
especial que reafirma estos 70 años trabajando y orando juntos
por la unidad de las Iglesias, logrando avanzar en los caminos
de unidad cristiana ”
“Esto confirma los frutos
que han crecido entre nosotros en estos años.
Institucionalmente vemos como compartimos una fuerte agenda
común de actividades, haciendo juntos todo aquello que
podemos realizar juntos: trabajando juntos por
los mismos objetivos.
“ Este encuentro es una
afirmación del gran fortalecimiento de nuestras relaciones.
No sólo trabajamos juntos, también rezamos y
caminamos juntos ”
En nuestras diferentes
Iglesias compartimos las mismas metas cristianas: Seguir a
Jesucirsto hoy. No insistir en aquello que nos separa sino en lo
que nos une”, concluye nuestro entrevistado.
El último
viaje de un Papa a Suiza fue en 2004, cuando Juan Pablo II visitó
Berna, poco menos de un año antes de morir. En esa ocasión
celebró una misa para 70 mil personas en Allmend, en el ámbito de
un encuentro nacional de jóvenes católicos. El mismo Wojtyla
había ido antes, en 1984, a Lugano.