El ourensano Hernán Alonso recibió el alta por fin este lunes. Llevaba 45 días sin ver a sus ocho hijos. De esos, estuvo 25 sedado, intubado y sin poder estar en contacto con nadie, luchando en una habitación de la uci del CHUO contra el covid-19. Amalia, Camino, Rebeca, Águeda, Clara, Mateo, Catalina y Renata
le esperaban en casa con los brazos abiertos. Especialmente esta
última. Es la pequeña de sus hijos, tiene 4 años y fue la única que no
se contagió de coronavirus cuando toda la familia cayó enferma en
febrero. Tiene autismo y cuando vio a su padre de nuevo no se lo podía
creer. «Se alegró tantísimo de verme y me abrazó tan fuerte... ha sido
muy bonito regresar junto a ellos», admite el ourensano de 48 años.
De hecho lo primero que hizo al llegar fue bañarla: «Llevaba días sin
querer meterse en el agua, así que le pregunté si quería que la duchase
yo y al instante dijo que sí con la cabeza».
Toda la familia ha echado mucho de menos a Hernán en
este tiempo, aunque admiten que fue la fe lo que les ayudó a sobrellevar
la situación. Hernán y Marta Fuente, su mujer, pertenecen al Camino Neocatecumenal.
«Nos hemos sentido muy acompañados y aunque ha habido momentos de
pasarlo mal, en general nos hemos agarrado a la fe. Creemos que nada
pasa por casualidad y nuestra fuerza estaba en el Señor», afirma Marta.
«Después de ellos, lo que más me ha faltado es nuestra comunidad. Tengo
muchísimas ganas de encontrarme con los hermanos y agradecerles
personalmente todo lo que han rezado y hecho por mí y por nosotros»,
dice Hernán. En los peores momentos dentro de la unidad de cuidados
intensivos, este ourensano recuerda que no era capaz ni de pronunciar un
Padre Nuestro. «Me mandaban grabaciones con las oraciones y yo me las
ponía. Me reconfortaban», continúa. Recibió numerosos mensajes y
muestras de afecto desde la comunidad de Ourense, pero también desde la
de A Coruña, Madrid, Castellón... e incluso de cristianos que le
deseaban una pronta recuperación desde Brasil. Hernán no se olvida de
sus padres y sus hermanos, con los que espera que pronto llegue el
ansiado reencuentro tras la batalla contra el covid.
«Estamos muy contentos de tenerlo de nuevo aquí, ahora mismo se nos
agolpan un montón de emociones en el pecho», reconoce Marta. Ella ha
estado al frente de la casa, cuidando de los 8 niños, y los primeros
quince días en una nueva cuarentena porque todos, menos Renata, eran
positivos: «Si me lo llegan a decir antes, que vamos a estar confinados
otra vez y en esta ocasión con mi marido en la uci, habría contestado
que no puede ser, que es imposible. Sin embargo mira, aquí estamos»,
relata. Cree que una de las claves fue vivir concentrada en el día a
día. La animó toda la ayuda que le brindaron a su alrededor: «Desde
familiares a miembros de la comunidad, pero también vecinos que conocían
nuestra situación, nos timbraban para preocuparse. Incluso los niños,
hasta los más pequeños, se portaron de maravilla».
Este Día del Padre, Hernán lo pasó en la uci,
separado de sus ocho hijos, y ahora en su casa no descartan fijar una
nueva fecha para celebrarlo, por fin, juntos.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/ourense/2021/03/29/hemos-sentido-acompanados-agarrados-fe/00031617040325213458830.htm