La otra crisis: La bolsa o la vida

Los defensores de toda vida humana, aunque se encuentre en las primeras fases de su existencia, salen otra vez a la calle para pedir al actual Gobierno que cumpla con su programa electoral y derogue la ley del aborto socialista. Una ley que salió adelante sin consenso alguno y sin estar prevista en el programa que Zapatero enarboló durante la campaña electoral.

El presidente Rajoy se ha dejado vencer por los respetos humanos, por complejos puritanos, y un cálculo electoralista basado solo y exclusivamente en la recuperación económica. Por eso, los que fueron sus votantes en pasadas elecciones se encuentran en una encrucijada, pues han de elegir entre la bolsa o la vida, entre mantener u obtener un puesto de trabajo o defender la vida del no nacido hasta las últimas consecuencias.

Pero las dudas se resuelven de forma inmediata, pues mientras hay vida, hay esperanza. Si uno afronta el día a día con ilusión, al final encontrará un puesto de trabajo y saldrá adelante. Y más aún si en este país se deroga una ley inmoral y, de ese modo, se reactiva la economía gracias a los más de cien mil nacimientos anuales que tendríamos de más. Con más o menos esfuerzo, se aumentarían los gastos en alimentación, muebles, ropa y calzado, vehículos, servicios de limpieza, guarderías… y en consecuencia, la creación de innumerables puestos de trabajo. ¿No creen?