CAMINEO.INFO.-
Hoy los discípulos hacen a Jesús una de
las peticiones más bonitas que se hace a Jesús en todo el evangelio: “Auméntanos la fe”. También nosotros la tenemos que
hacer...
¿De dónde nace esta petición? Con este
evangelio acaba la segunda etapa del camino
de Jesús hacia Jerusalén. Donde Jesús ha dado a sus discípulos unas
grandes enseñanzas, que hemos ido escuchando domingo tras domingo. Y después de
todas estas enseñanzas, los discípulos dicen: “Auméntanos la fe”.
Hemos escuchado estos últimos
domingos:
• “Esforzaos en entrar por la puerta
estrecha”. Llamada al seguimiento radical.
• “Porque todo el que se enaltece será
humillado, y el que se humilla será enaltecido”. Llamada a la humildad.
• “Si alguno viene a mi y no pospone a su
padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, …, no puede ser discípulo mío”.
Llama al seguimiento radical. ¡Dios por encima de todo!
• Con la parábola
del administrador infiel se nos llamaba a ser astutos, sagaces en las cosas de
Dios.
• Y con la parábola
del rico y del pobre Lázaro nos exhortaba a no despreocuparnos del pobre, sino
a compadecernos de él. El pecado de omisión.
Y ante todo esto los discípulos se
sienten abrumados, todo esto es muy difícil, todo esto supera nuestras fuerzas.
Y de aquí nace la petición “Señor,
auméntanos la fe”.
Fijaros que los discípulos de Jesús no
miran de aguar lo que Jesús ha dicho, no miran de rebajarlo. Lo que hacen es
captar su imposibilidad para vivirlo y piden la fe a Jesús: “Señor, auméntanos la fe”.
Exactamente lo que hemos de hacer
nosotros: no miramos de aguar lo que Jesús ha dicho, no miramos de rebajarlo.
Lo que hacemos es captar nuestra imposibilidad para vivirlo y pedimos la fe a
Jesús.
En este sentido iba la respuesta del
salmo: “Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro
corazón”. No endurezcamos el corazón ante
su Palabra, sino captemos nuestra imposibilidad y pidamos más fe.
Porque todo es cuestión de fe. Por eso
Jesús expone la parábola de la morera. “Si tuvierais fe como un granito de
mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os
obedecería”.
¿Qué nos está diciendo Jesús? Si hay fe,
todo es posible. Si hay fe, aquello que sería imposible (la morera que se
planta en el mar por una orden nuestra), se hace posible. Si hay fe, todo esto
que Jesús nos dice cada domingo que parece tan difícil es posible. La fe lo
puede todo. Todo es posible para el que cree.
Yo, en nuestra comunidad parroquial, veo
muchas “moreras arrancadas de raíz y
plantadas enh el mar”: este año se han apuntado sesenta niños a catequesis,
¡¡más que nunca!!, unas catequistas motivadas por Jesús que hacen que casi el
cincuenta por ciento de los niños que hacen la comunión después quieran
continuar (¡kids treinta niños!), este curso hemos incorporado a siete nuevas
catequistas, los grupos de adolescentes y jóvenes están creciendo mucho, la
acción de Cáritas desarrolla muchos proyectos, y sigue creciendo (el otro día
gracias a unos jóvenes de la parroquia pusimos en marcha un refuerzo escolar
para niños de primaria) .... Y tantas y tantas cosas que hacéis... Todo esto
son “moreras arrancadas de raíz”. Todo esto lo hace la fe, sin fe, nada se
estaría haciendo. ¡¡Son cosas difíciles, pero que la fe las hace posibles!!
Es increíble lo que la fe provoca. Cuánta
acción generada por la fe, cuántas cosas que hace mover la fe. Nos hemos de
sentir muy, muy, orgullosos de nuestra comunidad parroquial y de nuestra fe.
Si la fe mueve tantas cosas en nuestra ciudad... imaginad
todo lo que mueve a escala mundial. ¡Qué gran espectáculo! Y esto es así porque
los cristianos hemos entendido que es el amor de Cristo
quien puede cambiar el corazón del hombre,
quien puede sanar un alma herida,
quien puede transformar el odio en amor,
quien puede traer arrepentimiento, reconciliación y paz,
que puede saciar los anhelos más profundos del corazón
del hombre.
Señor, auméntanos la fe, para continuar mejorando la vida
de las personas ... Amén