CAMINEO.INFO.-
Queridos hermanos y hermanas,
¡Qué riqueza que hay en la
Palabra! La de veces que habré meditado este texto, y esta vez me ha hablado de
una manera especial. Hasta el punto de pasar a ser uno de mis evangelios
preferidos. Cuatro ideas.
1. ¡Despierta a Jesús! A veces, tenemos a Jesús
durmiendo en nuestra vida: lejos de nuestras dificultades, problemas,
decisiones: lejos de nuestra vida. ¡Despierta a Jesús!
Tienes
un problema, despierta a Jesús.
Has
de tomar una decisión difícil, despierta a Jesús.
Estás
inquieto y ansioso, despierta a Jesús.
Dificultades
en educar a los hijos, despierta a Jesús.
Podríamos
seguir...
¿Qué
es despertar a Jesús? Decirle a él: “Jesús
que me hundo” “Jesús que tengo miedo” “Jesús que no sé por donde tirar”. ¡Habla
con Jesús! ¡Presenta a Jesús tu vida! ¡Reza con tu vida!
Nos
pasa a todos, los pequeños o grandes problemas de cada día los afrontamos
solos... ¡¡Despierta a Jesús!! ¡Presenta a Jesús tu vida! ¡Reza con tu vida!
Una
conversación muy típica de la gente que viene a hablar conmigo: me explican un
problema y yo antes de decir nada les pregunto: ¿y esto lo has hablado con
Jesús? Respuesta habitual: “¡No!”.
¡Despertemos
a Jesús! ¡Lo tienes durmiendo en tu
barca!
2. Segunda idea, ligada con ésta. ¿Qué es la fe?
A partir del texto podríamos definir la fe como creer que él está en tu barca, presente
en tu vida y está actuando en tu vida.
Cuando en tu vida Jesús está presente y actuando, entonces Jesús está
despierto.
“¿Aún
no tenéis fe?”. No hay fe, Jesús duerme. Es tu fe la que despierta a Jesús.
¡¡Jesús está, pero necesita que tu fe lo
despierte!!
Decía Santa Teresa de
Calcuta: “Lo único que me pide Jesús es que me apoye en él. Que en nadie más
que él deposite mi total confianza. Que me rinda a él de manera incondicional”.
Pues eso…
El
Papa Benedicto XVI nos dió una definición de fe muy bonita, en línea con todo
esto: “La fe es caminar con Cristo”.
Si
hay fe, tu no caminas solo. ¡El camina contigo! ¡Él no te deja! ¡Él es el Buen
Pastor! Esto es la fe… no unas ideas que
tienes por la cultura en la que has nacido. ¡Sino que la fe es una
experiencia de vida!
3. Qué frase más
impresionante: “¿Por qué sois tan
cobardes? ¿Aún no tenéis fe?”. Como digo siempre, no escuchemos estas
palabras como unas palabras que Jesús dirige a sus discípulos, no:
escuchémoslas como unas palabras que Jesús me dirige a mí, hoy.
“Francesc, ¿Por qué eres tan cobarde? ¿Aún no tienes
fe?”. Y esta palabra entra en mi
interior y me ilumina mis cobardías. Y me hace ver mi falta de fe. En nosotros
hay cobardías, hay faltas de fe... Y en el diálogo con Jesús se van
aclarando... En tu plegaria personal, dirige a tu interior estas preguntas de Jesús:
“¿Por qué eres tan cobarde? ¿Aún no
tienes fe?”. Y verás que llegan luces a tu vida.
Con estas dos preguntas Jesús
vincula la cobardia con la falta de fe. Pues, podemos deducir lo contrario:
Jesús vincula la fe con la valentía. Me encanta que Jesús plantee una fe que
elimina la cobardía, elimina el miedo. No puede haber miedo, ni cobardía, si
confías en Dios.
4. “Se quedaron espantados
y se decían unos a otros: ¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le
obedecen!”. El hacer de Jesús, las palabras de Jesús, causan en ellos
admiración, respeto, interrogantes.
También nos ha de pasar a
nosotros. ¡Miremos a Jesús! ¿Qué es mirar a Jesús? Es orar… La persona de Jesús
nos ha de admirar, sorprender, conmover, seducir, de manera que nos ayude a
crecer la fe, fe en su poder.
Dios es todopoderoso. Dios
puede más que el ambiente secularizado. Dios puede más que todo nuestro pecado.
Dios puede más que todas las dificultades que puedan surgir. ¡Dios puede más!,
¡pero nos hace falta confiar en su acción!
Despertemos a Jesús! que nuestra fe despierte a
Jesús y le encomendamos todo aquello que no funcione…Amen.