¡La universidad! ¡Adiós hijos! (I)

La despedida es ley de vida. Partir. "Están rotas mis ataduras, pagadas mis deudas. Me voy a todas partes" recita el salmista.También el misionero, el joven cristiano animado por su vocación, llenos de sabiduría, prudencia y temor del Señor. Ojalá así de convencido haya estado el hijo y así sean las despedidas con cada uno de los jóvenes hijos.

Pero son así o no. Ojalá que sí. ¿Pero y si no? ¿Cómo de armados y de almados se encuentran? Y también me pregunto: ¿La despedida es en el momento que parten a la Universidad o ya hace tiempo que se han ido sin partir ni despedirse?

Todo esto lo veo, como padre de familia y como profesor en la ULL. En muchas casas la partida hace tiempo se ha ido fraguando. El móvil ha sido espectacular medio, el whatsApp y internet,... 'vías apias' de entrada y salida, de partidas silentes y de entradas ausentes. Con réditos netos positivos o negativos, dependiendo del buen uso y del abuso.

Como todo, como siempre. Tal realidad conviene tenerla presente en la gestión de toda casa. Pero me quiero centrar en ese momento, encrucijada vital, de entrada en la universidad. ¡Ese primer curso! Cito a Salomón en los Proverbios: «Si invocas a la inteligencia y llamas a la prudencia, si la procuras como el dinero y la buscas como un tesoro, entonces comprenderás el temor del Señor».

Los jóvenes hoy y siempre son «esponjas» y absorben todo. Discernir y discriminar siempre debe ser un ejercicio rutinario.Pero en este primer curso dicho ejercicio es crucial. No es fácil, bastantes no lo logran y deben volver a intentarlo y algunos se pierden en un 'limbo'.

No hablo de aprobar, ni del éxito académico. Hablo de las tragaderas que tienen de adoctrinamientos presentados no como escuelas de pensamiento, sino como mentalidad o credos válidos. Sí, válidos porque consideran que hay otro inválido. 'Que no conduce a ningún lado'.

Me dice mi hijo: en la asignatura de antropología y en sociología aseveran la inexistencia de Dios. ¿Pero están explicando alguna corriente de pensamiento le pregunto? No, lo afirman porque pensar que Dios existe no conduce a ningún lado. ¡Hombre!, le dije a mi hijo, yo en algún lado estoy. Es más, ese profesor en algún lado debe estar y ¿será porque Dios existe? ¿o porque no existe? Estos profesores por su empeño en refutarlo hacen, creo, que cobre peso razonado Su Existencia.