El pueblo de la Villa de San Rosendo le profesa una especial y profunda devoción a la Madre de Dios, bajo el nombre de la Encarnación. Desde tiempos muy remotos, celebra dos veces al año su fiesta: 25 de marzo y primer domingo de agosto.
Durante el año la imagen se encuentra en el santuario de la Virgen, situado en la Ermida. Se traslada procesionalmente el 25 de julio, fiesta de Santiago Apóstol, hasta el templo parroquial situado en la Plaza Mayor de la Villa. A las 12 de la mañana se organiza la procesión recorriendo la calle de la Encarnación, para adentrase en la Plaza mayor y entrar en el templo.
Los vecinos de la Encarnación se esfuerzan en adornar la calle con una alfombra floral, con motivos religiosos y culturales, destacando una reproducción le la Virgen de la Encarnación. Entre cantos, cohetes y un grupo numeroso de devotos trascurre la procesión de la Virgen. Ya en el templo, se sitúa en un pedestal adornado con flores y luces durante toda la novena.
Este año comienza el viernes 27 para terminar el 4 de agosto, sábado. La asistencia y participación es numerosa, debido a la gran devoción de Celanova a Nuestra Señora de la Encarnación.