CAMINEO.INFO.- La institución del ministerio de los
catequistas facilitará su misión, que viene siendo decisiva desde los
primeros tiempos de la Iglesia para la transmisión de la fe.
Aunque la palabra “catequesis” evoca principalmente la formación de los
niños y de los jóvenes, para los Padres de la Iglesia significaba la formación
de todos los cristianos en todas las edades y circunstancias de la vida.
La tarea de los catequistas ha sido decisiva desde los primeros tiempos de la
Iglesia. Con la institución del ministerio del catequista (cf. Motu proprio Antiquum ministerium, 10-V-2021),“la Iglesia ha querido reconocer
este servicio como una expresión concreta del carisma personal que ha
favorecido grandemente el ejercicio de su misión evangelizadora” (n. 2) Al
hacerlo tiene en cuenta las circunstancias actuales: una renovada
conciencia de la misión evangelizadora de toda la Iglesia (nueva
evangelización), una cultura globalizada y la necesidad de una renovada
metodología y creatividad, especialmente en la formación de las nuevas
generaciones (cf. n. 5).
Un
servicio pensado para los laicos
Se trata de un ministerio pensado fundamentalmente para los fieles
laicos. Este servicio eclesial no cambia la condición ni la vocación de
los laicos, que consiste en santificar las realidades temporales: el trabajo,
la actividad familiar y cultural, la política y la economía, el arte y el
deporte, etc. (cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 31). Al mismo
tiempo, “recibir un ministerio laical como el de catequista da mayor énfasis al
compromiso misionero propio de cada bautizado, que en todo caso debe llevarse a
cabo de forma plenamente secular sin caer en ninguna expresión de
clericalización” (Antiquum ministerium, 7).
La Iglesia desea dar aún más importancia al catequista, que puede considerarse
como una vocación en la Iglesia, apoyada en la realidad de un
carisma, y dentro del amplio marco de la vocación laical. La institución
de este ministerio o servicio facilitará la misión de los catequistas, es decir
la transmisión de la fe: el anuncio del mensaje del Evangelio, la
formación para los sacramentos y para la vida cristiana de todos los fieles, al
servicio de la Iglesia y de la sociedad.
Al servicio de
la Iglesia local
Las conferencias episcopales establecerán unos itinerarios formativos
para los catequistas. En cada lugar, el obispo es el principal
responsable de los catequistas y de su servicio “estable” a la Iglesia local.
Así se refuerza también la renovación de la catequesis, impulsada a
partir del Concilio Vaticano II. De ello son prueba el sínodo universal de los
obispos de donde surgió la exhortación Catechesi tradendae (1979), el
Catecismo de la Iglesia Católica (1997) y el Directorio para la
catequesis (tercera edición, marzo de 2020). Los catequistas han de ser “hombres
y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en
la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos
y vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica,
teológica, pastoral y pedagógica para ser comunicadores atentos de la
verdad de la fe, y que hayan adquirido ya una experiencia previa de
catequesis” (n. 8).
Publicado en la web de ABC, el 11-IV-2021
https://www.abc.es/sociedad/abci-ramiro-pellitero-importante-mision-catequistas-202105120118_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F
Para más información, ver el publicado anteriormente en
"Omnes", el 10-IV-2021: Catequistas: un servicio imprescindible en
la Iglesia
https://omnesmag.com/actualidad/catequistas-un-servicio-imprescindible-en-la-iglesia/