|
Mo | Tu | We | Th | Fr | Sa | Su |
|
|
|
|
|
|
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
11 |
12 |
13 |
14 |
15 |
16 |
17 |
18 |
19 |
20 |
21 |
22 |
23 |
24 |
25 |
26 |
27 |
28 |
29 |
30 |
31 |
|
|
|
|
|
|
|
www
Portada::
Homilia::
Ciclo C::
Solemnidad de Santa María, Madre de Dios |
Solemnidad de Santa María, Madre de DiosFri, 31 Dec 2021 18:09:00
CAMINEO.INFO.-
NÚMEROS 6,22-27 SALMO 66 GALATAS 4, 4-7
LUCAS 2, 16-21
En la
primera lectura hemos escuchado la bendición más antigua de la Biblia,
la que Dios sugiere a Moisés para que la enseñe a Aarón y a sus hijos. Qué
bonito y poético empezar el año con una bendición, escuchando a Dios
que nos bendice, recibiendo su bendición, que es una fuente de gracias. Y
es también esperanzador. No una esperanza ilusoria, basada en frágiles
promesas humanas; ni tampoco una esperanza ingenua, donde imaginamos el
futuro mejor, sólo porqué es futuro. Nuestra esperanza nace de Dios que
bendice, una bendición que entra en nuestros corazones para ayudarnos a
descubrir su mirada (en la vida, en la naturaleza, en los demás); una
bendición que nos ayuda a ser humildes ante Dios, a hacernos pequeños;
una bendición que trae la paz a nuestros corazones.
“El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz”.
Si
Dios bendice, los cristianos hemos de ser gente esperanzada. Esperemos
sus bendiciones, sobre nosotros, sobre los nuestros, sobre nuestro
pueblo,... porqué su bendición cambia los corazones.
Acojamos la enseñanza que nos ofrece la primera lectura del año. Pidamos y esperemos sus bendiciones.
La
segunda idea viene del evangelio. En él contemplamos los pastores
adorando al niño Jesús. Lucas nos relata este encuentro, este hallazgo, y
pone el acento en dos frutos de este encuentro.
Primer fruto:
“Todos los que lo oían se admiraban”... Si estos días no nos hemos
admirado ante tan gran misterio, Dios hecho un niño, es que no nos hemos
dado cuenta de nada de lo que ha pasado. ¡Admirarse!. ¡¡Es tan grande!!
Sólo si nosotros nos admiramos seremos capaces de suscitar en los demás
esta admiración.
Segundo fruto del encuentro: “Los pastores se
volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y
oído”. Adoran al niño. Dios llena su corazón. Comunican con entusiasmo
lo que han visto y oído. Es aleccionador para nosotros: adoración,
bendición, comunicación. ¿Comunicamos o no comunicamos? No conozco
ninguna causa más significativa por la cual valga la pena poner todo el
esfuerzo en comunicarla. Si conocieras la cura del cáncer, estoy seguro
que harías todo lo posible para dar a conocer esta noticia, pero es que
nosotros tenemos entre manos una cosa mucho mejor; la Buena Nueva más
grande de todas. ¡¡No nos la guardemos!! Profundicémosla, para poderla
comunicar cada día mejor. Propósito para el 2016!!
Tercera idea,
cómo no, referida a María. La bendición de la primera lectura se ha
realizado plenamente en María. Ella es “bendita entre todas las
mujeres”. Nadie como ella se admiró ante la encarnación: “porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí”, dice en el Magnificat. Nadie
como ella glorificó y alabó Dios por lo que estaba pasando. ¡Nadie!
Por
esto, es Madre de Dios. Éste es el título principal y esencial de la
Virgen María; Madre de Dios. Y por gracia, por generosidad de Jesús, es
también madre nuestra. Jesús en la cruz nos la da (“He ahí a tu Madre”),
y desde aquel día nuestro camino de fe queda unido indisolublemente,
ineludiblemente, a María. Madre de Dios y Madre nuestra. Amén.
|
|